
Título: Labyrinth Lost. Brooklyn brujas 1
Título original: Labyrinth Lost
Autora: Zoraida Córdova
Año de publicación: 2021
Año de publicación de esta edición: 2016
Editorial: Minotauro
Nº de páginas: 344
Últimamente, las brujas se han puesto de moda o esa sensación da cuando ves las novedades de las editoriales dedicadas al Fantástico. Libros como HEX, Asesino de Brujas o La Bruja Negra son ejemplos de ello. También lo son algunos bestseller como Cómo ser una bruja moderna, La bruja verde y otros tantos centrados en la Wicca y movimientos similares. No es una moda tan sonora como la de los vampiros hace unos años, pero sí que he notado cierta concentración de estos libros en los últimos meses. Está trilogía que nos trae la editorial Minotauro viene respaldada por esta moda. Brooklyn brujas es una trilogía juvenil de la autora Zoraida Cordova, autora que estaba inédita en nuestro país, pero de la que se esperan ya algunas traducciones más de sus obras en breve.
¿De qué trata?
Alex Mortiz es una adolescente latina que vive en Brooklyn con su familia y que se encuentra en esa etapa de la vida en la que está tratando de descubrir quien es. Todo muy normal hasta aquí, pero la familia de nuestra protagonista está conformada por brujas. Alex es una bruja tardía, sus poderes están tardando bastante en despertar lo que tiene preocupada a su familia. Pero estos no saben que, no es que los poderes de Alex no hayan despertado, es que esta los mantiene ocultos. Ella los percibe como algo sumamente peligroso, además de que es una encantatriz, es decir, una suerte de superbruja, y tratará de librarse de sus poderes cuando su familia acabe descubriéndolos. En su Día de Muertos, una celebración donde recibe la bendición de la familia y la potenciación de sus poderes, Alex intentará deshacerse de estos dones. Esto no sale del todo bien y acaba mandando a su familia a otra dimensión. De esta manera, terminará embarcada en una peligrosa misión para rescatar a su familia de una especie de purgatorio mágico. Sus compinches: Nova, un mago guaperas y misterioso, al que acaba de conocer y al que tiene que contratar para que le acompañe; y Rishi, la amiga incondicional de Alex, una muggle, digo… una sin magia, muy echada para delante. ¿Podrá Alex rescatar a su familia antes de que la Devoradora los, valga la redundancia, devore?

Explorando otra dimensión
La primera parte de esta trilogía se desarrolla en dos mundos. Por un lado, está el Brooklyn actual. El Brooklyn en el que la familia Mortiz se ha instalado es igual que el nuestro, solo que hay brujas. Las brujas viven entre los sin magia ocultando lo que son. En este Brooklyn sucede la primera parte de la novela, hasta que Alex traspasa el umbral que le llevará a los Lagos. Los Lagos es una mezcla del Limbo y el País de las Maravillas. Es un mundo intermedio al que se han desterrado a brujos y brujas como castigo y al que se han exiliado criaturas mágicas buscando una vida mejor. Un mundo que se debate entre la condena y la esperanza, hasta que llega la Devoradora. Un ser de gran poder que se alimenta de toda la magia que encuentra y tiene esclavizadas a varias comunidades de Los Lagos. El destino de Alex en este viaje es el Árbol de las Almas, que es lo que usa la Devoradora para alimentarse.
En Los Lagos, Alex y sus amigos tendrán que pasar por diferentes partes de este territorio, cada cual más peligrosa que la anterior. Aquí conocemos a multitud de criaturas fantásticas y su situación en este mundo, ya sea de rebeldía o esclavitud frente a la Devoradora. Este viaje heroico, no deja de ser un viaje iniciático para la protagonista. Un viaje que recuerda poderosamente al descenso al Hades de Orfeo y en el que vemos multitud de leyendas hispanas y latinas.
Brujas latinas y queer
Sin duda, el empleo del español en las expresiones y en algunos términos, debe de resultar muy exótico para los lectores de habla inglesa. Este efecto se pierde en gran medida al traducir la obra al castellano. Aún así, la traductora ha hecho un buen trabajo con algunos términos empleados por la autora.
Las brujas de esta historia están asentadas en Brooklyn, pero sus raíces son latinas y africanas. La autora es de Ecuador y esto se refleja en toda la novela. La gente blanca casi no tiene presencia en la historia y eso le da un aire fresco a la novela. Hay algunos elementos que me han gustado mucho de la novela que tienen que ver con esta cultura de la autora. El Día de Muertos me recordó mucho a la clásica quinceañera que se celebra en los países de Latinoamérica, en este evento se denota también lo importante que es la familia para la gente latina. También me ha gustado que use a la Devoradora como una metáfora del colonialismo blanco. Este ser, se alimenta de la magia de los demás y, cuando ha explotado al máximo los Lagos, intenta ir a otro mundo para seguir robando la magia de él.

El panteón de dioses o Deos que crea la autora, así como su sistema de magia se inspira en la santería y el vudú. Aunque no es un sistema de magia muy complejo, tiene unos cimientos bastante sólidos. Las brujas son los recipientes de los poderes de los Deos y su magia se lleva a cabo mediante rituales y cantos, contenidos con el Libro de los Cánticos, el clásico libro de hechizos que se va ampliando generación a generación. La clave para hacer este sistema de magia coherente es el retroceso, lo que viene a ser el precio que se paga por la magia. El retroceso es un dolor físico y psicosomático que viene después del encantamiento, y su intensidad depende del poder del hechizo.
Y sí, en esta novela hay un triángulos amoroso inesperado. Durante su viaje iniciático, además de aceptar su magia, Alex descubre que es queer. No es algo tan destacado en la novela, pero sí me ha gustado la naturalidad con la que lo trata Zoraida Córdova. Es algo con lo que te sorprende, pero en lo que no se centra demasiado para no romper el ritmo de la novela.

En conclusión, Labyrinth Lost es una buena novela introductoria. Aporta algo fresco al incluir una cultura que no conocemos tan bien, aunque el incluir culturas distintas en las novelas de Fantasía cada vez es más habitual, y esto hace que el libro no parezca tan original, aunque sí haya introducido elementos diferentes. Aún así, me ha gustado la mitología que ha creado para estas brujas latinas. Construye un buen mundo, pero los personajes me han resultado bastante típicos y no puedo decir que les haya cogido cariño. Son personajes que he visto decenas de veces en otros libros de literatura juvenil, lo único diferente es la cultura que los rodea. Probablemente, pueda disfrutarlo mucho una persona que no haya leído mucha Fantasía o que solo haya leído Fantasía angloamericana. Su ritmo ágil hace de ella una lectura entretenida y que no se hace cuesta arriba en ningún momento.
Si te gustan las brujas, te recomiendo leer Vencer al Dragón de Barbara Hambly
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